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Que la capacidad de generar flujos de caja a largo plazo para el accionista es el factor que mejor revela el valor de una empresa es algo que nadie pone en duda. Entonces, ¿alguien podría llegar a plantearse que las empresas en España no están utilizando todos los modelos de gestión necesarios para la creación de valor para el accionista? Si su respuesta es negativa, está errando. Existen en el mercado metodologías que permiten aplicar un sistema de gestión y reporting que maximizan la capacidad de generación de valor de las compañías: se trata de las VBRM, por sus siglas en inglés: Value Based Risk Management. Pero tan solo un 14% de las empresas conoce los beneficios y aplicaciones de este tipo de modelos.

Vayamos a lo interesante del modelo: se trata de una evolución de los modelos actuales que aporta una nueva visión. Se trata de concebir que el valor de una empresa se obtiene no únicamente por la capacidad de estrategia de generar flujos de caja para el accionista, sino también por la capacidad de optimizar la gestión de los riesgos implícitos a dicha estrategia.

El modelo permite conocer el impacto de cada uno de los riesgos en el valor de las empresas a través de construir la rentabilidad que deberían exigir por los accionistas a partir del análisis de los riesgos de las estrategias futuras, superando los obstáculos conceptuales y metodológicos de las métricas utilizadas hasta la actualidad para el cálculo del coste de los recursos propios.

Las cifras de su aplicación son alarmantes: en los modelos de medición de valor a largo plazo como son las estrategias de consecución de los objetivos de dividendo a largo plazo y los modelos de información de relación con inversores, son las áreas en que menos énfasis se pone en conocer el impacto de la asimilación de cada uno de los riesgos corporativos. En concreto, un 70% de las organizaciones utiliza modelos que no les permiten identificar y medir el impacto de cada uno de los riesgos en la consecución de los objetivos de dividendo a largo plazo, y en el caso de los modelos de información de relación con inversores, esta cifra alcanza un 73%.

En un contexto de inmediatez y de resultados cortoplacistas podría tener sentido que las empresas fijasen este tipo de modelos, pero lo realmente interesante en la vida de las compañías es saber generar valor a largo plazo, hacerlas consistentes, sólidas, parte de la sociedad, generadoras de confianza y con capacidad de empatizar con los consumidores. Y este tipo de compañías solo se logran midiendo y gestionando de manera correcta los riesgos corporativos asociados a cada una de las decisiones que se tomen.

Y vistos los datos, es importante poner de manifiesto la necesidad generalizada que tienen la mayoría de compañías de explorar estos territorios y avanzar en sus estrategias.