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El coronavirus ha golpeado al mundo entero y, aunque los países se encuentran en diferentes etapas de la pandemia, no es desconocido la tensión y estrés que esto ha provocado en las cadenas de suministro. A medida que la crisis comenzó a desarrollarse, el mundo de la industria divergió de muchas maneras y los subsectores se han visto impactados en diferentes grados, unos con roturas de stock y otros con cese total de la actividad.

Poco a poco, deberemos pasar de un estado de respuesta a una emergencia, a la planificación de la fase post COVID-19. Para ello, es fundamental que las empresas comprendan la exposición a modificaciones de actividad o restricciones a lo largo de su cadena de valor, que tomen medidas para abordar anticipadamente escenarios de posibles cambios bruscos, tanto internos como externos, y garanticen los requisitos de recursos para retomar la actividad.

Cómo preparar la cadena de suministro para la nueva realidad

A continuación, resumo algunas de las iniciativas que considero clave para anticipar posibles futuros escenarios y preparar a la organización ante la era post COVID-19.

Anticipe los mejores y peores escenarios de operaciones

Los cierres prolongados tendrán implicaciones tanto financieras como operativas, que a menudo son muy difíciles de gestionar debido a la complejidad y la naturaleza de largo alcance de las cadenas de suministro.

La planificación de escenarios es la clave para comprender las numerosas repercusiones de los cambios repentinos en la demanda y las operaciones. Se deben ejecutar múltiples escenarios de mejor/peor de los casos bajo diferentes condiciones de demanda para estudiar su impacto en la cadena de suministro. Esto ayudará a exponer cualquier vulnerabilidad en la red y la propia organización, facilitando que el negocio se encuentre más preparado ante estos sucesos.

 Identifique tendencias de demanda

Dado que la demanda fluctuará significativamente durante un tiempo antes de volver a la normalidad, la estimación fiable de la demanda para el futuro se convierte en un desafío. La lectura incorrecta de los indicadores a menudo conduce al efecto látigo: cuando los compradores deciden acumular todo el papel higiénico de las tiendas, envía una señal a través de la cadena de suministro para producir más. Si las compañías de papel higiénico deciden producir más, se empuja un inventario adicional al canal de distribución. Con el tiempo, la demanda se estabilizará y, cuando eso suceda, las tiendas se encontrarán con exceso de existencias, ya que los clientes aún estarán agotando sus compras anteriores.

Las tendencias de la demanda deben estudiarse detenidamente y los valores atípicos deben tratarse para evitar una planificación de recursos imprecisa.

Localice ubicaciones óptimas de abastecimiento

En la medida en que los canales de distribución/aprovisionamiento sigan con restricciones, la disponibilidad de proveedores y componentes disminuirá.

No obstante, existe un incentivo estratégico para comprender la ubicación de abastecimiento óptima para clientes específicos y para los diferentes recursos. Esto no quiere decir que no tenga valor tener múltiples opciones de aprovisionamiento, pero comprender quién es nuestro proveedor ideal en cada momento y lugar puede permitirle construir con ellos una relación y expectativas acertadas a corto plazo.

Cree múltiples planes para la utilización de recursos

Las plantas de fabricación y los almacenes experimentarán un cambio repentino en la utilización de los recursos. Lo más probable es que haya una reducción en las horas de trabajo, ya que habrá limitaciones de trabajo en entornos cerrados y abarrotados. Esto incluso podría conducir al cierre total de ciertas plantas.

Para ello, es importante estudiar escenarios hipotéticos de utilización de recursos múltiples y que ajuste su plan de producción en consecuencia.

Reajuste sus inventarios

A medida que ciertos recursos se ven obligados a cerrar, otros recursos experimentarán una mayor carga. Es posible que las empresas no puedan adaptar adecuadamente la capacidad y se arriesguen a perder ventas. Ante esta situación, el inventario debe mantenerse anticipando la falta de disponibilidad de recursos en el futuro. Al mismo tiempo, hay que reducir la sobreutilización para no agotar los recursos.

“De un tiempo a esta parte, en el entorno industrial ha imperado la eficiencia y eficacia consiguiendo compañías extremadamente eficientes y competitivas pero muy frágiles y rígidas para adaptarse a situaciones como las actuales.”

Juan Cid. Director sector Industria.

La situación mundial post COVID-19 será muy diferente a lo que conocemos en la actualidad: tendremos que enfrentarnos a un nivel de cambio sin precedentes que, sin ninguna duda, nos exigirá lo mejor de nosotros mismos para superarlo y crecer. Puede parecer desalentador, pero hay que verlo como un reto apasionante que, sin duda, nos reforzará a todos.