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La creciente complejidad del entorno digital y el papel que juega el Compliance Officer quedan reflejados en el estudio sobre el tejido empresarial español “Digital Risk: la Función de Riesgos en la era digital’ que Axis Corporate ha presentado en Madrid, en la sede de la Asociación Española de Compliance. El trabajo se ha realizado a través de entrevistas a grandes empresas pertenecientes a los principales sectores productivos del país (bancario, seguros, energía e industria), y analiza entre otros aspectos, el trabajo hecho y pendiente de las compañías españolas de cara a la ciberprevención y los ciberriesgos.

Diversos medios han querido publicar en sus versiones digitales los resultados preliminares que Javier Fariñas, Socio Responsable del área de Governance, Risk & Compliance de Axis Corporate e impulsor del estudio corporativo, presentó ante los asistentes. Durante la presentación, se puso en valor la necesidad de ejecutar un reenfoque en las funciones de Compliance y Gestión de Riesgos de las Empresas.

“Una figura digitalizada del Compliance Officer, además de garantizar el cumplimiento de buenas prácticas y velar por el cumplimiento de la Ley, deberá alinearse con la estrategia de negocio de la empresa, participar de los proyectos de innovación y aumentar su relación y proactividad respecto a las demás áreas de la organización -incluida la encargada de la gestión de riesgos. La evolución digital marcará el futuro de las compañías y la adaptación a un nuevo marco regulatorio será imperativo para todas ellas; es por ello que la función del Compliance Officer evolucionará en función de la transformación del modelo de negocio y adoptará un rol de proactividad en el proceso de toma de decisiones”, apunta Javier Fariñas.

El estudio determina que el modelo operativo de las empresas necesitará desarrollar nuevas capacidades para adaptarse a la digitalización de manera eficiente. Los departamentos de riesgo aún necesitan crear una cultura sólida de la innovación, de manera que activen el talento adecuado que permita respuestas ágiles en este entorno tecnológico y eléctrico. El cambio de paradigma no será sencillo, pues pese a que el regulador muestra estar abierto a los cambios de la era digital, la mayor barrera nace del enfoque tradicional de los sistemas de gestión y riesgos y de las figuras de Compliance que adoptan las empresas actualmente.