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El sector inmobiliario comenzó a dar signos de recuperación en la segunda mitad de 2014. Nos encontramos claramente en un nuevo escenario de mercado inmobiliario, con signos de recuperación, pero sin perspectivas de volver a una situación como la que vivíamos en 2008. Podemos hablar más que de una recuperación, de un nuevo escenario para el sector inmobiliario.

A este nuevo escenario lo caracterizan diversos aspectos como: el aumento de las operaciones de compraventa, el repunte de los precios medios del mercado, un nuevo perfil del comprador (más exigente e informado), un reajuste del modelo de negocio, el crecimiento sostenido del mercado de alquiler y la baja disponibilidad del sector terciario.

El rol de comprador más activo también provocará la desaparición del promotor poco profesionalizado. El nuevo promotor tendrá una actitud más prudente y realizará unas búsquedas más depuradas.

Las inmobiliarias deberán focalizarse en la profesionalización para posicionarse mejor y competir con los nuevos actores. En una línea a lo que se ha visto con la banca, posiblemente el sector inmobiliario protagonizará procesos de concentración.

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