La morosidad bancaria en España ha sido objeto de una preocupante tendencia en los últimos años. Según el informe, la banca española se encuentra con un desafío considerable en forma de activos tóxicos que asciende a 46.900 millones de euros. Este hecho plantea interrogantes importantes sobre la estabilidad del sistema financiero y la capacidad de las entidades bancarias para gestionar esta situación de manera efectiva.
Uno de los puntos destacados del informe es la disminución del tamaño de las carteras de activos tóxicos que los bancos están traspasando al capital riesgo. Anteriormente, era común ver carteras de préstamos fallidos que superaban los 500 millones de euros. Sin embargo, la tendencia actual muestra que cada vez son menos las carteras de esta envergadura, lo que puede interpretarse como un intento por parte de las entidades financieras de lidiar con estos activos problemáticos de manera más ágil y focalizada.
Compartimos la noticia que publica hoy Expansión en su portada nacional y diarios regionales, con datos extraídos de nuestro “Observatorio Assets Under Management”, el informe líder anual del sector inmobiliario.
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