El número de llamadas al 016 realizadas por víctimas de violencia machista en 2022 superó por primera vez la barrera de las 100.000 desde la puesta en marcha del servicio.
En este sentido, es interesante que desde las empresas reflexionemos sobre el papel que desempeñamos en la protección de nuestras trabajadoras ante este tipo de violencia. Detrás de esas 100.000 llamadas al 016, se encuentran muchas mujeres, las que se atreven a pedir ayuda, que lidian con esta situación al tiempo que tratan de cumplir con sus objetivos profesionales.
Mantener una actividad laboral y de calidad, se vuelve crucial para atreverse a denunciar, ya que, según las cifras, un 71% de las mujeres víctimas de violencia de género señalan como principales frenos a la hora denunciar el desempleo y la precariedad laboral (estudio elaborado por la Consejería de Economía, Hacienda y Empleo de la Comunidad de Madrid).
Las empresas, por tanto, juegan un papel clave como generadoras de oportunidades y como factor protector ante el aislamiento social del agresor ante su víctima, cuando fomentan el acceso y la calidad en el empleo en las víctimas de la violencia de género. Les proporciona recursos económicos, una red de apoyo adicional a la de sus círculos familiares y sociales, un refuerzo a su autoestima.
En la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género ya se establece el reconocimiento de derechos laborales a las víctimas de violencia de género que tratan de facilitar la conciliación del trabajo con esta situación personal no deseable, su protección e inserción laboral.
Sin embargo, desde nuestra posición observamos que aún hay un camino por delante, en la mayoría de las empresas, para conseguir una implantación generalizada de iniciativas que fomenten la difusión de los derechos laborales a los que puedes tener acceso si te encuentras siendo víctima de esta situación, la sensibilización y formación sobre cómo actuar si te encuentras siendo testigo de la problemática de una compañera en este sentido, acciones desde la organización para proteger la intimidad de la persona y evitar la localización por parte del agresor.
Afortunadamente, contamos con empresas que optan por aportar medidas adicionales a las legales para ayudar y proteger a las víctimas que van desde reducciones de jornada manteniendo el salario, permisos retribuidos, ayudas económicas para cubrir gastos de mudanza o pagar el alquiler, apoyo económico en el cuidado de los hijos/as, facilidades para la movilidad geográfica o para acceder a un servicio de soporte psicológico.
La violencia de género no es solo un problema social, también impacta directamente en el ámbito laboral. Desde aquí, invitamos a las empresas a ser agentes de cambio y contribuir a la creación de entornos de trabajo seguros y, según sus posibilidades, se solidaricen con las mujeres que están sufriendo una situación de violencia de género brindándoles su apoyo y protección.
Desde Axis Corporate, seguimos contribuyendo en crear entornos de trabajo Diversos e Inclusivos con tolerancia cero hacia la violencia de género.
Rocío Cervantes, Senior Manager del área de Talento y Cultura de Axis Corporate