Uno de los principales retos del sector de la financiación al consumo es adaptar el modelo de negocio a las nuevas necesidades que plantea el cliente.
Con la entrada de nuevos players al mercado es evidente que no basta con ofrecer estrictamente lo que necesita el cliente, sino que hay que añadir valor en cada uno de los puntos de contacto que se tenga con la persona, cuidando al máximo la experiencia del cliente y aprovechando esos momentos para marcar la diferencia respecto al resto de competidores y maximizando la rentabilidad de la empresa.
En el proceso de financiación al consumo de un producto o servicio, el cliente actual demanda al mercado lo siguiente:
- Pago por servicio, en lugar de producto
- Acceso a productos/servicios de alto valor
- Procesos digitales, cortos y rápidos
- Servicio de alta calidad
- Acceso y consumo inmediato
- Necesidad de cambiar de producto continuamente
El valor diferenciador en financiación al consumo
Nuestro enfoque del Customer Journey en financiación al consumo se caracteriza por buscar la aportación de valor en cada una de las fases que lo componen. En esta infografía representamos los servicios básicos, que son las exigencias mínimas del cliente, y el valor diferenciador que consideramos como las aportaciones de valor de la empresa, que garantizan la mejora de la rentabilidad y que marcan la diferencia para ser la primera opción del cliente.