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El informe Fintech & Banking, colaboración para la disrupción recoge las diferentes opciones de colaboración que se podrían llevar a cabo para compatibilizar la actividad de estos actores e incluso para obtener un beneficio mutuo, entre las que destaca la joint venture como la que mejor posibilita el aprovechamiento de las ventajas de cada una de las tipologías de compañías, respetando sus diferentes culturas.

En este nuevo ecosistema, las pequeñas compañías tecnológicas parecen estar teniendo mejores ideas y los actuales agentes del mercado financiero no están dispuestos a desaprovechar ninguna oportunidad. La muestra es que en los últimos 12 meses, las FinTech han atraído cerca de 14 billones de dólares por parte de players de servicios financieros que empiezan a dar grandes pasos con el fin de colaborar con innovaciones emergentes.

El estudio Fintech y Banca, aborda claramente cuáles son los retos más importantes para que una relación de colaboración pueda consolidarse. Actualmente los obstáculos más importantes los encontramos en la falta de una clara estrategia de transformación digital por parte de los bancos y la dificultad para compaginar culturas corporativas muy distintas.

En este ámbito, mientras los bancos mantienen jerarquías en sus organizaciones que les restan agilidad, la flexibilidad de las FinTech les obliga a trabajar de forma más eficiente, ser más rápidos e innovar más. Además, las FinTech han demostrado que sus soluciones innovadoras son mucho más baratas que las de los bancos tradicionales porque no tienen que soportar una pesada estructura.

Lo que está claro es que cada tipo de organización tiene sus puntos fuertes, como la flexibilidad (en el caso de las FinTech) o la experiencia y el volumen de clientes (por parte de los bancos). Estas ventajas podrían ayudar a contrarrestar la inexperiencia de las primeras, por un lado, y la dificultad para afrontar cambios culturales y adoptar una visión estratégica, propia de los segundos, por el otro.

Según muestra el estudio presentado, muchas entidades han recibido a ese sector FinTech con recelos, por las diferencias culturales que les separan. Mientras que algunos todavía las observan como un rival, otros bancos les han abierto la puerta para colaborar. Son conscientes de que pueden aportarles nuevas perspectivas a su negocio con el cliente como elemento central y acelerar su proceso de innovación tecnológica.

El mayor reto al que se enfrenta la banca y las FinTech es la fórmula para romper la barrera cultural que les separa

Ambos actores comparten capacidades e intereses para desarrollar el nuevo ecosistema financiero, pero los expertos consideran que ambas partes tienen que superar sus diferencias sin que eso conlleve la anulación de la personalidad de cada empresa.

Pero existen aún otras dificultades a superar. Retos como la dificultad para atraer a los mejores talentos tecnológicos, el peligro del incumplimiento de la seguridad, las presiones regulatorias o la falta de claridad sobre lo que realmente las FinTech pueden aportar a la banca, son aspectos que preocupan a la banca.

Y las FinTech, a la vez, también son cada vez más exigentes respecto a sus colaboradores y demandan claramente partners flexibles, transparentes y con una cultura colaborativa.

Fórmulas y áreas de colaboración

Del estudio realizado se desprenden tres tipos de vías de colaboración que se pueden dar entre entidades y tecnológicas.

Temerosos de perder el control de datos y de actividades clave, algunas entidades bancarias han creado sus propios laboratorios de innovación, para los que intentan captar talento ajeno al sector. En otros casos han optado por adquirir compañías, con el hándicap que presenta el precio de la compra y el hecho de que se adquiera sin el cuerpo central del desarrollo.

Pero el estudio concluye que la fórmula de la joint venture sería la más utilizada, porque permitirá a la banca liderar el proceso y asegurarse unos objetivos sin un desembolso incierto y a la vez dando libertad de movimientos a las FinTech en sus desarrollos. Este tipo de colaboración respeta las diferentes culturas y mentalidades, y es la que posee más probabilidades de éxito siempre que los bancos superen las barreras internas de su equipo.

Según el informe, la opción de joint venture mejoraría la estrategia de innovación, transformación digital y experiencia de cliente

La mejora de la experiencia de cliente se ha convertido en una obsesión tras asumir que la renovación es inaplazable, y es la única área “vital” de los bancos donde se espera un salto especial de la mano de los servicios que puedan ofrecer las FinTech. Estas compañías han desembarcado en el sector marcando tendencias y además, en un entorno cooperativo, podrán beneficiarse de los amplios datos relacionados con la relación con el cliente de los que disponen los bancos.

El estudio también apunta a que las FinTech serán importantes asimismo en las “commodity areas”, donde podrían acelerar la evolución de procesos internos y de control. El impacto se notará tanto en una reducción de gastos como en un incremento de los ingresos. No obstante, la coyuntura del mercado sobre ingresos vinculados al cobro de comisiones y tipos de interés permite intuir a algunos bancos que se abre una oportunidad importante para la colaboración en la “utility area”, porque es donde se podría aportar mayor valor añadido al negocio.

Colaboración Fintech y Banca tradicional

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