Jorge Jiménez, Director de Energía de Axis Corporate, analiza en el siguiente vídeo si el sector energético está preparado para cumplir con las altas expectativas de los clientes, así como qué estrategias de vinculación deberán seguir las empresas para ganarse la confianza de los mismos.
Nuestras expectativas como clientes son extremadamente exigentes y el sector está preparado para cubrirlas. Sin embargo, la percepción de las personas con respecto al sector y las empresas que lo componen no es buena, y en ese sentido hay mucho margen de mejora.
Esto se ve claramente en los índices que empiezan a medir la experiencia de cliente, donde las empresas de suministros energéticos aparecen reiteradamente en las últimas posiciones, incluso con diferencias de entre 6 y 10 puntos con respecto a las que aparecen en la cabeza.
Las empresas del sector han de trabajar para poner en valor los hechos cotidianos que nos unen a la energía. Es importante concienciar a las personas de toda la industria que hay detrás y de los esfuerzos que supone que todo siga funcionando sin interrupción.
La visión de cualquier proceso de transformación debe tener las necesidades del cliente como uno de los ejes clave de reflexión. Si las empresas del sector quieren conquistar a sus clientes, deben trabajar en ser más transparentes y cercanos, convertirse en un aliado de la sostenibilidad , del bienestar y del desarrollo, no solo a nivel global, sino a cada uno de sus clientes.
Para ello tendrán que trabajar relaciones más allá de los contratos, y no conformarse con estar en casa de sus clientes, sino hacerles sentir que su empresa de suministros se preocupa de lo que realmente les importa.
El papel del regulador
En este contexto, los reguladores tendrán que hilar fino para convertirse realmente en aliados, tanto de las empresas como de sus clientes. La balanza deberá estar equilibrada.
Los reguladores tienen que favorecer la rentabilidad sostenida de las empresas; favorecer la capacidad de inversión y el desarrollo de innovación que repercutirá en el crecimiento del resto de sectores económico; y asegurar el cuidado al ciudadano, pero por supuesto sin romper el compromiso con el sector.