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La incorporación y desarrollo de la Inteligencia Artificial (IA) emerge como un factor clave en la transformación de diversos aspectos de las organizaciones, y en particular, en el ámbito de los Recursos Humanos.

La Inteligencia Artificial está transformando la gestión de recursos humanos al permitir un análisis de datos a gran escala y la implementación de sistemas automatizados innovadores. Desde la identificación y selección de candidatos hasta la gestión del talento, la fidelización y el fortalecimiento de la cultura organizativa, se utiliza para optimizar cada etapa del ciclo de vida del empleado y mejorar su experiencia laboral en general.

Las organizaciones que incorporan soluciones basadas en inteligencia artificial (IA) para identificar candidatos cualificados experimentan mejoras significativas en eficiencia y rapidez.

Los sistemas de reclutamiento impulsados por IA permiten analizar currículos, evaluar habilidades y realizar entrevistas virtuales de manera instantánea. Este enfoque innovador proporciona a los responsables de reclutamiento una visión completa y rápida de los candidatos potenciales, transformando y optimizando radicalmente el proceso de contratación.

Rocío Cervantes, Senior Manager de Axis Corporate.

Al reducir los tiempos de selección, la IA no solo mejora la eficiencia, sino que también otorga a las empresas una ventaja competitiva al mejorar la experiencia candidato, aumentando la agilidad en la resolución de los procesos de selección.  

No obstante, a pesar de los beneficios mencionados, también surgen riesgos que requieren atención. La automatización en la evaluación de currículos puede entrañar en que se filtren documentos falsificados generados también por la propia inteligencia artificial, lo que aumenta el riesgo de generar nuevas ineficiencias en los procesos de selección e incluso, contratar individuos con habilidades infladas o inexistentes. Aunque las entrevistas virtuales automatizadas son útiles, la capacidad de la IA para evaluar habilidades interpersonales, ajustarse a la cultura organizacional y demostrar adaptabilidad puede ser limitada en comparación con la evaluación humana. La intuición, empatía y perspectiva, elementos cruciales en la toma de decisiones de contratación, son áreas donde la IA puede carecer.

Además, las entrevistas virtuales automatizadas, desde la perspectiva del candidato, conllevan la deshumanización del proceso. El candidato echa de menos la interacción humana, la oportunidad de añadir matices ante la respuesta del entrevistador y, en general, puede tener la sensación de que la empresa no le presta suficiente atención ni valora lo suficiente su potencial contribución a la empresa como para interactuar con una persona real durante el proceso de selección.  

Si seguimos el ciclo de vida de las personas trabajadoras, una vez la persona es contratada, la IA también está transformando los procesos de onboarding al ofrecer soluciones personalizadas, interactivas y eficientes que mejoran la bienvenida y la experiencia del empleado y ayudan a las organizaciones a aprovechar al máximo el talento desde el inicio de su trayectoria en la empresa.

Además, la IA permite analizar datos sobre el desempeño y la participación de las personas durante el proceso de onboarding, lo que permite a las organizaciones identificar áreas de mejora y ajustar los programas de integración para optimizar la experiencia del empleado desde el primer día. Esta capacidad de retroalimentación en tiempo real ayuda a garantizar una transición más fluida y exitosa.

En lo que respecta a la gestión del talento, los equipos de Recursos Humanos pueden apoyarse en los algoritmos de IA, que analizan grandes conjuntos de datos que afectan a la trayectoria profesional de las personas, como son el identificar patrones y tendencias en el desempeño, preferencias de aprendizaje y las necesidades formativas individuales.

Rocío Cervantes, Senior Manager de Axis Corporate.

Esto facilita a las organizaciones a tomar decisiones informadas sobre asignación de roles y desarrollo de carrera, a la identificación de habilidades y competencias clave, permitiendo crear planes de sucesión más efectivos y estratégicos.

En cuanto a la formación, las plataformas de IA pueden recomendar contenido de formación específico, adaptado a las habilidades, objetivos y plan de carrera de cada persona. La creación de experiencias de aprendizaje más interactivas y dinámicas, mediante el uso de simuladores, realidad virtual y tutoriales basados en inteligencia artificial facilitan la práctica y aplicación de nuevas habilidades en un entorno realista exento de riegos. La sensación de recibir apoyo personalizado y de calidad para cubrir las necesidades formativas, contribuyen significativamente al bienestar emocional y profesional de las personas, creando así una cultura organizacional más positiva y resiliente.

En definitiva, la incorporación de la IA en el ámbito de Recursos Humanos representa un cambio de paradigma en los procesos, la cultura organizativa y la toma de decisiones estratégicas. Sin embargo, hay que reconocer que, si no se maneja adecuadamente, puede tener impactos negativos significativos. Por ejemplo, la dependencia excesiva de la IA puede llevar a una falta de empatía y comprensión de las necesidades individuales de las personas, la automatización completa de procesos puede llevar a la despersonalización de las relaciones laborales y socavar el sentido de pertenencia y compromiso con la organización y existe el riesgo de caer en sesgos algorítmicos, donde los algoritmos de IA pueden perpetuar o incluso amplificar sesgos existentes en los datos, lo que puede conducir a decisiones discriminatorias o injustas.

Por lo tanto, es muy importante que las organizaciones encuentren un equilibrio entre la eficiencia impulsada por la IA y el mantenimiento de un enfoque humanista en la gestión de personas. La tecnología debe ser vista como una herramienta para mejorar la experiencia del empleado y facilitar la toma de decisiones, pero nunca debe reemplazar por completo la importancia del factor humano en las relaciones laborales. La inclusión de las personas en la toma de decisiones, la atención continua a la cultura organizacional y el desarrollo de habilidades de inteligencia emocional entre los líderes de RRHH son fundamentales para mitigar los impactos negativos y garantizar que la IA se utilice de manera ética y responsable en el ámbito laboral.